lunes, 24 de diciembre de 2012

Teresa Wilms Montt

Soy yo desconcertadamente desnuda, rebelde contra/ todo lo establecido, grande entre lo pequeño, pequeña ante lo infinito.../ Soy yo..."
 "A pesar de que en mi alma se albergan lastimeras cuitas se ilumina/ mi rostro al reír...", y sigue más adelante: "Maldigo y es de tal manera armónico el gesto de mis brazos en su/ apóstrofe dolorido, que diríase que ellos se levantan a impulsos de una/ fuerza extraña"
"¡Oh siglo agonizante de humanas vanidades! he cultivado un pedazo/ de terreno fecundo, donde puedes desparramar las primeras simientes/ destinadas a la Tierra Prometida".
"Una campana impiadosa repite la hora y me hace comprender que/ vivo, y me recuerda, también, que sufro"
"Así desearía yo morir, como la luz de la lámpara sobre las cosas,/ esparcida en sombras suaves y temblorosas"
"...sabes mi trágica devoción a las leyendas/ de príncipes encantados.../ Sabes que una música melodiosa y un canto suave me hacían sollozar,/ y que una palabra de afecto me hacía esclava de otra alma, y sabes, también,/ que todo lo que soñé tuvo una realidad desgarradora"
"Nada tengo, nada dejo, nada pido./ Desnuda como nací me voy,/ tan ignorante de lo que en el mundo había./ Sufrí y es el único bagaje que admite la barca que lleva al olvido"
"Quiero que en sabia esencia, la Paz descienda sobre mí/ y anegue generosa en frescura mi interior carcomido"

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