lunes, 7 de enero de 2013

Lagrima

Deja de desteñir bajo las sombras ser encorvado y anciano.
Tus pupilas dilatadas no reflejan mas que tu propio ser en movimiento.
Semejante al bamboleo de las olas del mar.
Lamentos y suplicas fueron tu aliciente por días.
Tu voz no escuchada hizo que renunciaras.
El agua del dolor brotas desde tus ojos.
Dijiste nunca renunciar y te veo hacerlo.
Sal del bosque y no preguntes.
Los ojos de la decepción viste en su rostro y jamas lo olvidaras.
Fallaste como siempre sueles hacerlo.


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