
Buffy, la cazavampiros.
8va temporada.
Una vez que Sunnydale quedo destruido y sumergido bajo un gran agujero, los chicos sabían que esto no terminaría ahí, que quedaba mucho por delante aun, que lo que había pasado era solo el comienzo para encontrar una a una a las nuevas cazadores que estaban naciendo en todo el mundo.
Buffy y los demás habían perdido demasiado; amigos, amantes, hogares y cuento hay.
Despertar hoy seria más difícil que otros días.
A 5000 pies de altura.
_ ¿Qué crees que encontremos al llegar a Los Ángeles? –dijo Faith, que se encontraba al lado de Buffy.
_ No lo se, Giles me llamo y dice que nos encontró un lagar para quedarnos –respondió Buffy subiendo la frazada que cubría sus piernas.
_ ¿Down, podrías pasarme la revista que te preste ayer? –dijo Sander quien aun tenia sus ojos rojos de tanto llorar la noche anterior.
_Claro. Oye Sander conoces Los Ángeles. Apuesto que habrán muchos chicos guapos, y que hasta el colegio será más entretenido –dijo con entusiasmo.
_Apuesto a que si –dijo Sander mirando por la ventana.
_ ¿Willow? –dijo Kennedy-. No me gustaría estar en el lugar de Buffy, con tanta presión, apenas ha terminado esto y ya tiene que moverse de ciudad, encontrar a las demás cazadoras, hacerse cargo de su hermana y finalmente de nosotros.
_Buffy siempre ha tenido grandes retos, pero este es uno de los más grandes, pero… nos tiene a nosotros y eso es importante –dijo con alivio.
“Señores pasajero se les solicita abrochar sus cinturones…”
_Creo que hemos llegado –dijo Buffy con autoridad, como sabiendo todos los desafíos que se les vendrían a cuestas, ahora se sentía sola sin un apoyo constante que había tenido en el último tiempo con spaik, sentir que ya no estaría mas a su lado la hacia vulnerable e irritable.
_Chicos si no se apuran, perderemos las maletas –gritaba Buffy adelantándose al resto.
_ ¿Que pasa con Buffy? –preguntaba Faith.
_No lo se, pero creo que esta pasando por un momento de mucha presión –respondió Willow.
_Giles –grito Buffy dirigiéndose a los brazos de su mentor. Giles la recibió como quien recibe a una hija, las lágrimas de buffy empaparon la camisa azul de Rupert, pero eso no importaba. Buffy se veía destrozada sus brazos rodeaban la espalda del hombre quien solo atinaba a abrazarla fuertemente.
_Ya pasó Buffy, empezaremos de nuevo y todo será mejor –decía Giles mientras la apartaba de si y la miraba a los ojos.
_Giles, es bueno verte –dijo Sander apretando su mano.
_Lo mismo digo. Lamento lo de Anya –dijo dándole un golpe en la espalda.
_Descuida –dijo casi llegando a las lagrimas.
Giles significaba para ellos mucho más que un simple amigo, era casi un padre para este grupo de muchachos que ahora estaban más solos que antes, el les había apoyado y ayudado en momentos en que ellos perdieron la cordura y las esperanzas, estas eran razones mas que suficientes para considerarse una familia.
Los Ángeles, California.
Calles y calles pasaban por sus ojos, personas deambulaban por las avenidas de west Hollywood, el paseo de la fama estaba frente a ellos y el gran y monumental letrero de letras blancas que nos invita a soñar y parecer glamorosos “Hollywood”.
_Wow, esto es maravilloso –gritaba Down desde el techo de la camioneta de Giles.
_ ¡Down baja de ahí! –decía Faith mirando a Buffy de reojo.
_Lo ciento, es que por un momento pensé que estaba soñando, tenía fama, dinero y muchos pero muchos chocolates para mi sola.
_ ¿Giles crees que falte mucho? –pregunto Buffy quien aprovechaba de mirar desde su ventana el gran escenario que ahora le tocaría vencer.
_No, para nada, estamos cerca –decía Giles sin dejar de mirara hacia el frente.
Desde la tercera fila la bruja leía un viejo libro de hechizos que Giles le había traído para ella, éste ya estaba consiente de los poderes que Will poseía así que aprovecharía que todo su potencial fuera de la mejor manera encaminado.
_Bien chicos esta es la casa –dijo finalmente.
Cada uno de ellos se asomo por donde pudo dentro de la camioneta para observar la que seria su hogar por mucho tiempo.
Era una vieja y lúgubre casona con viejos muros y ramas que salían al exterior las cuales eran demostración de el descuido de años y de la falta del toque femenino que le hacia falta a la casa.
_Giles, ¿seguro que aquí no filmaron ninguna película de terror, ya sabes, el exorcista o algún asesinato sangrien…
_ ¡Sander! No digas estupideces –dijo Faith siendo la primera en bajar desde el automóvil. Giles creo que esto nos tomara algo de tiempo –dijo al momento que éste le entregaba las llaves del portón.
_Buffy crees que pueda dormir contigo es que no me gusta el lugar, me encanta mi habitación es mi espacio es solo que…
_Down, parte a limpiar si, y dile a Giles que compre algunas cosas para dejar esta cosa en una casa habitable.
_Claro –dijo Down agachando la mirada.
_Bien chicos creo que tendremos que dividirnos. Down tu iras a explorar todos los rincones viendo que no halla ninguna fuga o cables rotos.
_Si.
_Will, Sander y Kennedy se encargaran del segundo piso y yo, Faith y Giles nos encargaremos de aquí abajo.
_Por que siempre tengo las tareas mas fáciles –dijo Down tomando una de las linternas que había sobre la mesa.
Cada uno de los chicos se preocupo de cada una de sus tareas; entre barrer, limpiar, sacudir, ordenas y hasta tragar algo de polvo se las ingeniaban para murmurar sobre el comportamiento de Buffy.
_Chicos les traje comida.
_ ¡Oh! Gracias Giles, moría por algo con grasa.
_Lo tarje pensando en ti Sander.
_ ¿Y Buffy necesitas algo?
_No gracias estoy bien, se que terminemos a tiempo antes de que empiece a oscurecer.
_ ¿Buffy? –dijo Giles tomando una de sus manos polvorosas. No quiero verte así.
_ ¿Así como? –dijo pasando su brazo sobre su frente.
_Así como la medre de todos, incluso de mi. No necesitas hacer eso, ahora tu misión es otra. Tendrás que olvidar Sunnydale y todo lo que fue esa ciudad, es hora que te des tiempo para ti, para que después veamos que hacer.
_Gracias Giles, tu eres como si fueras mi padre y lo sabes verdad
_Lo se pequeña, ¿ahora veamos que desastre hay allá afuera? – dijo Giles besándola en su frente y dándole un fuerte abrazo paternal.
Tras horas de esfuerzo y trabajo en equipo la casa quedo reluciente. Ya era cercano a la media noche y todos estaban agotados, tendidos en un viejo sillón reposaban unos junto a otros.
_Bien chicos será mejor que nos vallamos a descansar, por que mañana tendremos que continuar, aun quedo mucho que limpiar y ordenar allá afuera.
_Claro si será mejor que descansemos y hagamos caso a Giles.
_Buenas noches y descansen.
_Realmente necesito mis pinturas y mis cremas, no creo que pueda soportar.
_shshshsh –dijo Will en dirección a Down con tono amable.
Todos fueron a dormir pero Buffy se quedo mirando desde su ventana el gran ruido que traía consigo la ciudad.
Decidida a no dormir esa noche, tomo su chaqueta, miro a Faith y salio sin rumbo conocido. Camino varias calles, compro algo en un almacén y comenzó su retorno a casa. Ya había enfriado su cabeza y cuerpo lo suficiente y lo que necesita ahora era un buen descanso.
_Hey te digo que no, suéltame, suéltame, te lo digo por favor -gritaba una voz que provenía desde una de las callejones de enfrente de el caminar de Buffy. Esta sin dudarlo cruzo la calle y comenzó a acercarse sigilosamente con su vaso de café caliente en la mano, camino y camino hasta que ya no pudo y mas y se detuvo, su sorpresa fue mayor cuando vio que la chica que gritaba tomo uno de los palos que había en la acera lo rompió con su pierna y se lo enterró en el corazón a su agresor este sin emitir gemido alguno se convirtió en ceniza y se desvaneció.
Buffy dejo caer su vaso y pensó que esto estaba recién comenzando.
Muy tarde en L.A
_Hey vuelve aquí –gritaba Buffy.
La muchacha una vez que le había perforado el pecho a esa cosa miro a su alrededor y vio a una chica rubia que la observaba atónita. Acto seguido salio corriendo como si hubiese cometido un crimen, para ella lo era, pero Buffy sabia de que se trataba así que corrió tras ella.
Debido al viaje y a todo lo sucedido en el ultimo tiempo las fuerzas y la energía de Buffy habían disminuido correr tras esta adolescente seria mas difícil que lo que creía.
_Por favor detente no quiero hacerte daño –gritaba Buffy mientras la chica se le escabullía por las aglomeradas calles de L.A llenas de gente que a esa hora parecía salir como enjambre a divertirse.
_Maldición –decía Buffy entre su desesperación por no perderla de vista.
Mientras Buffy seguía corriendo pareció verla entrar aun local nocturno en plena avenida, y no o pensó dos veces y entro a ver si la podía verla entre la multitud, mala idea.
La gente que estaba en las calles se había multiplicado y ahora eran cientos de adolescentes los que estaban bailando y bebiendo en un recinto de tres pisos muy oscuro y con olor a cigarrillo.
Buffy trato de mirar y apartar a la gente para ver si estaba entre ellos escondida pero sus planes se vieron dificultados por el hecho que los guardias la sorprendieron adentro sin documentos y la sacaron del lugar.
Buffy miro por ultima vez y pareció verla pero como la vio la perdió.
Ya en el frió de la calle decidió volver a casa, caminaba en dirección a ella cuando percibió que algo la seguía, trato de no voltear ni hacer nada esperaría hasta que eso se osara atacarla.
Continuó caminado hasta que en un momento decidió parar y correr en dirección opuesta, para su sorpresa era la chica del callejón quien estaba entre lágrimas y temor, pero solo unas pequeñas y minúsculas palabras salieron de su boca.
_Ayúdame.
Temprano en Los Ángeles.
_No habla nada.
_Tal vez sea por tu cara Faith –dice Down mirando a la disminuida niña sentada en el sofá.
_No quiero que la acosen y en especial tu Faith, tus métodos no son para nada ortodoxos –le decía Buffy mientras traía una tasa de té para la chica.
_Ten esto, te hará bien –dijo Buffy con tono maternal.
Buffy y la muchacha habían llegado en la madrugada mientras todos dormían, Buffy no quiso despertar a ninguno de los chicos hasta que amaneciera.
Buffy se quedo con ella en el sofá el resto de noche hasta que uno a uno fueron despertando los demás.
_Hola Candente, mi nombre es Giles, ¿te encuentras bien? –pregunto.
La muchacha asintió con la cabeza.
_Chicos necesito que me dejen a solas con Candente, se ve que esta asustada así que les pediría que se retiraran a sus habitaciones.
Uno a a uno los chicos se retiraron sin haces mayores preguntas, estaban a acostumbrados a seguir las indicaciones de Giles y esta no seria la excepción.
_Buffy tu quédate –dijo Giles en tono de orden.
_No le se, creo que no hay que confiar en ella – dijo faith pelando una manzana que había en una panera.
_Quien lo dice, la señorita confiabilidad –dijo Kennedy en tono irónico.
_ ¿Cual es tu problema rarita? –respondió Faith desafiante.
_Quieres que lo arreglemos ahora –desafió Kennedy
_Chicas no es hora de pelear, pero si quieren una pelea de barro yo seria el primero en arreglar el ring –dijo Sander con picardía.
_Sander basta, no estamos aquí para discutir. Hemos encontrado una cazadora y esta asustada es todo, se despertó un día con poderes que ni siquiera sabe por que, ¿no creen que es obvio que este algo aturdida? –dijo Will tratando de apaciguar los ánimos.
_Y bien Candente desde cuando que estas así, que te sientes diferente –pregunto Giles acercando una silla.
La chica no hablaba ni una sola palabra estaba muda.
_Candence puedes confiar en Giles y en todos los chicos, si te contara por todo lo que hemos pasado. Se que es difícil para ti aceptar todo lo que te esta pasando pero debes contarnos, ahora hay mucha como tu y vinimos a esta ciudad para encontrarlas y decirles que no están solas. Y tu tampoco.
_Fue hace dos semanas –dijo la chica casi sin sonido
_ ¿Como dices?
_Dos semanas fue hace varias noches, fue como un rayo que entro en mi habitación y me poseyó y luego me arrastró hasta mi cama me sacudió por completo y no desperté hasta el otro día. Allí mis padre preocupados por el ruido de la noche anterior fueron a verme pero yo estaba con la ropa rasgada y con un mechón blanco en mi cabello, me preguntaron que había pasado pero no supe responder. Creyeron que yo me lo había hecho, me enviaron a un médico, pero no estaba loca así que decidí huir de casa y ahora me estaba quedando en casa de una amiga cuando Buffy me encontró.
_Lo siento tanto, para mi también fue difícil que mi madre entendiera todo esto, ella me hecho de la casa me dijo que si salía esa noche que no volviera pero era mi misión, era mi destino.
_ ¿Y que hiciste?
_ Salí y no me arrepiento de nada.
_Candence lo que te ocurrió fue que…
Y así Giles comenzó a contarle a la chica todo lo acontecido en Sunnydale, la boca del infierno y la misión de la cazadora. Mientras mas relataba, la muchacha mas se sorprendía de las cosas por las que Buffy había pasado no podía creer que tenía solo 24 años y todo lo que había hecho teniendo que asesinar vampiros y demonios.
Ahora ya se sentía asegura y entre amigos, las aventuras recién comenzarían.
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